
El pasado 15 de junio se publicó -discretamente- en el número 736 de la Gaceta Politécnica la convocatoria para integrar la terna que servirá al Director General del IPN para designar al Director de la UPIICSA durante el periodo 2009-2012.
En el IPN, un Director puede permanecer en su cargo un período de 3 años, pudiendo ser designado por una sola vez para otro periodo según el artículo 21 de la Ley Orgánica del IPN y el 168 del Reglamento Interno.
Actualmente, el cargo de Director es ocupado por Jaime Martínez Ramos, siendo éste el tercer periodo que ocupa el cargo, el primero comprendido de enero de 1996 a julio de 1997, el segundo comprendido de 2004 a 2006, ambos en calidad de interino, siendo ratificado para el puesto en 2006. Es un total de 6 años con 6 meses de gestión.
Según la normatividad institucional, Jaime Martínes está en posibilidad de proponer su candidatura para otro periodo, con lo cual, estaría sumando cerca de 10 años de gestión al frente de la UPIICSA. Sin embargo, no lo hizo.
Múltiples rumores, chismes y murmuraciones giran en torno a Jaime Martínez y su administración, algunos hablan sobre el acoso a secretarias, otros hablan sobre sus relaciones extramaritales y los beneficios monetarios que tiene(n) su(s) pareja(s) al interior de la escuela, otros hablan sobre la corrupción de él y la gente que le rodea, mientras que otros sugieren desvíos de fondos que explicarían el origen de un BMW en el que el aún director de la UPIICSA llega todos los días a trabajar. Dicen que, siendo director de una escuela de informática, no tiene una computadora en su oficina. En fin, el personaje es polémico y los tres periodos que ha permanecido en el cargo dejan un saldo cargado de encono, enojo e inconformidad por parte de la comunidad que espera un cambio en el rumbo de la Unidad.
Personalmente, no he tenido la oportunidad de conocer a Jaime Martínez como ser humano, no sé si sea una buena persona, no sé si sea el tirano insensato que me dibujan quienes sugieren que la situación salarial de los que trabajamos por honorarios en la UPIICSA es debido a su negativa para revisar y tabular los salarios. Para mi, todo lo anterior sigue siendo un trascendido.
Sé que la Unidad está plagada de irregularidades, sé que los colaboradores de la dirección son personas cerradas y que sólo admiten la colaboración de los cercanos a ese grupo, sé que gente sin estudios tiene más oportunidades y un mejor salario que alguien que tiene una profesión (en mi caso, tengo una carrera concluida y otra en proceso, hablo 2 idiomas, puedo dar clases, he asesorado tesis y así, gano un sueldo ridículo al mes sin aguinaldo, prestaciones ni servicio médico).
Muchas personas que trabajan en la UPIICSA están ahí por que están haciendo antigüedad, otras por que ahí los acomodó su padrino, otras, aún no lo saben, sin embargo, otros estamos por gusto y gratitud a la casa. Por eso toleramos muchas cosas. Quizá nos moleste nuestro salario, quizá nos decepcione ver que gente sin tener una carrera profesional posean una plaza docente con un muy buen sueldo, quizá conocemos ese dolor arriba del estomago que provoca ese sentimiento que se desata en Diciembre cuando los trabajadores contratados reciben su aguinaldo y los trabajadores por honorarios, ni las gracias recibimos, quizá protestemos y cuestionemos la autoridad, sin embargo, puedo asegurar que muchos nunca hemos negado una asesoría, que nunca hemos cobrado una clase y mucho menos una calificación, que no buscamos la transa, que nuestra labor es para beneficio de los alumnos de la Unidad, a pesar de que muchos jefes de área y directivos lo hayan olvidado y lo omitan.
En lo académico, igualmente, UPIICSA está pasando por una crisis de catedráticos y de cátedras, los contenidos en las clases están vacíos y el interés del profesorado se está deteriorando. Es urgente un reordenamiento en la planta docente y una actualización de los contenidos de los planes de estudio, así como un replanteamiento del papel de la tecnología en la UPIICSA y en el posgrado de ésta, escuelas como la ESCOM, la UPIITA y la ESIME han avanzado bastante en ese ramo y han innovado en materia de posgrado con maestrías novedosas como la Maestría en Seguridad Informática de la ESIME Culhuacán. UPIICSA no ha innovado. La producción editorial de la UPIICSA se ha estancado y desde hace algunos semestres ya no se publican nuevos textos como material didáctico y de apoyo a la educación, la gente no escribe ni en el Noti UPIICSA (que sólo tiene un colaborador y el costo de producción de dicho informativo es tan alto que si se vendiera a la comunidad se tendría que vender por más de $50 para solventar la inversión realizada en él)
Así, con una academia desinteresada y en crisis, personal administrativo subvaluado y alumnado apático y decepcionado, el proceso para elegir a quien se enfrentará a ésta y más problemática ha iniciado y la terna está próxima a definirse, han sido días de campañas con promesas y declaraciones de dientes para fuera, de imágenes y discursos, de buenos deseos y de planes de trabajo mal redactados aderezados con faltas de ortografía... Sea quien sea el elegido, el panorama no es alentador y la necesidad de revivir a una Unidad Profesional que es verde por fuera y negra por dentro es apremiante, es indispensable rejuvenecer los cuadros docentes y administrativos, tabular los salarios y dignificar al personal que no ha sido contratado, que es tan valioso como aquel que tiene todas las prestaciones de ley, urgen ideas, urgen voces. La UPIICSA lo exige. Es ahora, o nos lleva la fregada.
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