miércoles, 14 de octubre de 2009

Sospechosismo con los de la Luz ó igual se trata de trata.

Tecnología que existe.

Desde 2006 se rumoraba acerca de las pruebas que diversas empresas del sector de las telecomuniaciones estaban haciendo sobre la red de la Comisión Federal de Electricidad para montar sobre su infraestructura la tecnología conocida como Power Line Communication (PLC) gracias a la cual es posible insertar servicios de datos, audio y video (Triple Play) a las lineas eléctricas.

Mediante esta tecnología, se puede aprovechar la infraestructura que tiene CFE para proveer de servicios de telecomunicaciones de manera económica y eficiente, logrando coberturas sumamente amplias sin necesidad de expandir una red que ya existe.

PLC es una tecnología de acceso. Se le conoce así porque aprovecha la infraestructura ya instalada, la adición de servicios a las lineas de mediana y baja tensión se logra prácticamente por cualquier medio, siendo los mejores la fibra óptica, la microonda y la señal satelital.

Una vez que los servicios en cuestión son adheridos al cableado eléctrico, éste llega directo al usuario, el cual, para acceder a ellos requerirá de un modem que se conecta a cualquier toma de corriente. Así de sencillo.

La puesta en marcha de éste tipo de tecnologías permitiría al mismo tiempo un mejor control en el registro del consumo eléctrico, pues la lectura de los medidores, que actualmente se hace manual, podría ser enviada por la misma línea de datos hasta el proveedor del servicio, el cual, simplemente registrará las lecturas y emitirá la factura correspondiente al consumo del usuario.

La existencia de un servicio PLC en el país podría incrementar la oferta de servicios de telecomunicaciones que actualmente es monopolizado o en algunos casos, duopolizado.

Sospechosismo.

Existe una empresa española. WL Comunicaciones (WLCom). Ésta empresa ha sostenido diversos contratos con la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) para montar y operar la red de fibra óptica que abastecería de servicios al centro del país. Él área de servicio de LyFC es la que concentra el mayor consumo de servicios de telecomunicaciones. Los contratos con WLCom datan desde finales de la administración de Ernesto Zedillo, sin embargo, a finales de la administración de Vicente Fox la empresa contó con dos nuevos socios: Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens, secretarios de energía de la misma administración.

El cierre de LyFC ya era un tema sonado y debatido, pero nada tenía que ver la competencia o no del sindicato y sus agremiados, el centro del debate eran los términos en los que se otorgarían contratos a WLCom para la operación de una red de telecomunicaciones que ofreciera el Triple Play adicional al suministro de energía eléctrica. Martín Esparza Flores, líder sin toma de nota del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es allegado de Francisco Hernández Juárez, líder del sindicato de telefonistas. Javier Lozano es, en sus ratos libres, consultor de telecomunicaciones, él tenía prometida la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Su experiencia lo respalda, Carlos Slim no.

Aquel que obtenga la licitación para operar el contenido que viaje a través de esos postes y cables tendrá una cobertura tan amplia o mayor que la de Telmex, Televisa-Sky, Televisa-Cablevisión, MVS-Dish o cualquier otro competidor en el mercado de las telecomunicaciones. Será un negocio que dejará dividendos seguros en un mercado sin competencia. Los intereses, entonces, son muchos y muy poderosos. El servicio, los privilegios, las funciones de los trabajadores, esos son temas secundarios. El conflicto de la CLyF nada tiene que ver con la honestidad y la calidad del servicio. Las razones, claramente, están más allá. Es eso, o igual se trata de trata.

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