sábado, 3 de enero de 2009

Ya en las Cuernavacas

Llegué a las cuernavacas y como no es la primera vez que vengo, no fue necesario besar el suelo de este país, el clima parece muy similar al que tenemos en el DF, entre otras curiosidades, aquí hay algunas variedades de refrescos muy ricos y que son mezclas de sabores, el cable del cablemas es blanco y aun se usa el sistema análogo, hay panes de la tía rosa que no tenemos allá y en la región donde estoy en este país todo cierra a las 2230, las casas tienen alberca y por el jardín de la casa/cabaña donde estoy atraviesa un río, que, dicen los que saben, viene desdel popó, y, dicen, es agua limpia y muy fría, la verdad no me interesa mucho comprobarlo, las calles son muy pequeñas y hay mucho callejón, en las afueras de las casas estan los galanazos de la zona cortejando a las reynitas locales, y donde no hay romance hay gente platicando y echando la chela, al fin, es viernes, los tacos de pastor cuestan 2 pesos y son igual de pírricos que los del defectuoso, tambien hay una especie de hormigas rojas que no es comun allá de donde soy, dicen que hay arañas pero eso tampoco me interesa comprobarlo, mejor que se quede como parte de la heterologia de las cuernavacas. Mañana (unas cuantas horas) andaré de gira por la republica de Cuautla, donde dicen, si hace mas calorcito. Igual y me escapo y visito al Gabo, otro de los nativos de este país para que me dé un tour por su hábitat, por lo mientras, ya exploté las bondades de mi palm y pude escribir una reseña y 4 posts que quizá algún día suba, pues alguno tiene dedicatoria y los demás, simplemente son muy cursis. Por cierto, la coca cola no sabe igual.

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